martes, mayo 05, 1998
Mujer
La observo desde lejos, voltea, me ve, regresa a su lugar, insiste, yo no despego la mirada de ella. Me atrae, me acerco, se va, quedo solo, se detiene y hace señas, me conforta... ¡¿Cómo he de decircelo?! Sin embargo, ella también se ve lejana, cuando estoy junto a ella huye. Cuando me alejo quiere que me acerque; busco la manera de acercarme, lo intento, pero ella esperaba algo más. ¿Qué si la quiero? ¡La quiero!, aun cuando no le puedo dar mi cariño. ¿Qué si quiero estar junto a eñña? Claro que quiero estar a su lado; pero cada vez que me acerco la siento más lejos, como si ella misma, al sentir mi proximidad, quisiera alejarse, porque cuando deseo compartir con ella mis cosas prefiere estar separada. Ahora bien, desde lejos me dice que le gustaría que yo le compartiera de mí, que me acercara para hacerlo. Pues, ¿por qué debemos estar así? Sé que soy extraño; igualmente ella: es alegría y felicidad, euforia y sonrisa mezclada con nostalgia, tristeza y melancolía. Siempre la veo, me ve, sonríe, me aproximo, se paraliza, intento aliviarla, entonces huye, para después, cuando yo estoy lejos, hacerme sentir que me quiere junto a ella, abrazándola, queriendola. Y si me equivoco es porque para mí ella es fusión de muchos de mis sueños; y como ellos, tiene muchas de las cosas que siempre he deseado, por el contrario mis sueños son imperfectos, por ser irrealizables, en consecuencia hay una barrera entre nosotros, que ninguno de los dos quiere saltar, pero desde ambos lados susurramos cosas melosas, cuchicheamos el deseo del uno por el otro, casi sólo se oyen en nuestras mentes; cómo me gustaría que escuchara mis pensamientos, tantas cosas quieren decirle... ¿Frustrado? Quizá, sólo porque tengo la seguridad de que al quererla le haré daño, ¿de qué sirve quererla si la puedo matar con mi pasado y con mi ser? No vale la pena intentarlo, pero lo que siento por es tan intenso como lo que impide decírcelo. Mezcla de sueños, hermoso ser que adorna las mejores páginas de mi vida, si pudiera quererte serías complemento mío, la parte del rompecabezas de mi vida que está ausente, porque dentro de ella late el deseo por aquellas cosas que anhelo, es como yo, vive como vivo, sufre con lo que sufro, ¿Cómo no poder saberlo si actúa como yo lo hago? Porque en secreto me quería, y solo ella y los suyos lo sabían, de igual modo pasaba conmigo. Hoy me quiere menos que antes, aun así tendría que decirle todo esto; porque hoy me acerque, me vio, temió, quise confortarla, pero se marchaste. ¿De qué manera me acerco? Mujer de cabellos alegres, que huele a rosa, siendo sus ojos como el infinito mismo, cambiante como la luna y diversa como las estaciones ¿Quién la entiende y quién la puede poseer, pues si es libre como viento y a la vez presa como el ave enjaulada? Si yo la pudiera tener, no dudaría en tomarla, pero hoy, ante todo, no puedo; vive dentro de mí, en mi ser, como musa que obliga a crear las cosas hermosas de las que podría ser autor, la cuales viviran como testimonio de lo que pudo ser, de lo que pudimos hacer. Dentro de ella hay una gran fuerza, esta le pertenece, espero la comparta con aquel quien la ame; por lo pronto quisiera me contagiará su amistad, algo para sentirte cerca, algo para que estemos juntos...
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